Ángel del Olvido, balanza celestial de justicia,
 fortaleza en los momentos de debilidad.
Únete a mi Ángel de la Guarda para crear alrededor
 un manto protector que seque mis lágrimas, repare mi corazón,
 ahuyente la tristeza y me impregne de paz.
Imprime con letras de oro en mi alma la palabra “renuncia”
para que esté convencido de que esa palabra puede ser amor del más puro
 en vez de flaqueza, temor o cobardía.
Permite a mi alma renunciar con amor
 y dejar libre el camino de quien ya no me pertenece.
Vacía mi corazón para que esa copa pueda llenarse
 con el vino sagrado del amor correspondido y puro. Amén.